viernes, 22 de octubre de 2010

Huelga de hambre por los pueblos indígenas de Venezuela.



Nota del pueblosoberano y Homo et Natura:
José María Korta, Ajishama (la garza) como lo llaman en lengua makiritare, es un luchadorr social que a permanecido por cuarenta años en el camino de las comunidades indígenas de la Amazonía venezolana, fundador de varias organizaciones de lucha por los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas y fundador de la Univeridad indígena del Tauca.
Es hermano misionero jesuita, en el camino de servicio a los oprimidos y de su liberación que caminaron cientos de milies de religios@s de la corriente histórico social de resistencia del cristianismo liberador, no predica a su dios entre los indígenas, sino que lo encuentra en la vida y la fé de los hombres y mujeres de nuestras naciones originarias.

  Razones de mi Huelga de Hambre
José María korta
Expreso  oportunamente las razones de mi decisión.
En primer lugar debo decir que mis sentimientos son de una gran admiración a las expresiones orales  que el Presidente Hugo Rafael Chávez expresa respecto a su política indigenista. Entre otras muchas palabras o discursos entresaco la siguiente:
“Entre los  conflictos que puedan suscitarse    entre ganaderos  e indígenas sepan que yo, Presidente Chávez, apuesto y me defino a favor del indígena.”
El Capítulo Octavo de la Constitución expresa de una manera clara y contundente la consagración de los derechos de los pueblos originarios de Venezuela. Este trabajo es el resultado de las políticas de respaldo que el mismo Presidente  fuera dando a los Derechos Constitucionales de los Pueblos Indígenas de Venezuela.  En quinientos años de Historia venezolana nunca hubo planteamiento, cercanamente parecidos, a favor de los pueblos originarios de Venezuela.
Sabemos muchos indígenas e indigenistas que el Presidente Chávez ha sido un luchador por las causas indígenas en su proceso político y, en su largo caminar por el Estado Apure, como comandante de la Guarnición Militar del Alto Apure en Elorza, ofreció manifestaciones de ello.
Por lo expuesto doy fe de la buena voluntad del Presidente, pero al mismo tiempo señalo que durante estos 11 años de su Gobierno Revolucionario no se  ha sabido  o no se ha podido entender el buen manejo e implementación del Capítulo VIII de la Constitución Bolivariana.
Hacen falta políticas públicas indígenas “desde abajo”, desde el “Soberano” como mecanismo de apropiación  del derecho por parte del sujeto social. Es necesaria la desestatización de lo indígena. El derecho a la demarcación no es otra cosa que el derecho a la tierra y todavía, después de o­nce años de Gobierno Revolucionario,  no se ha podido concretar.
Ésta mi decisión indeclinable a una huelga indefinida de hambre, es para expresar  que necesitamos darle un vuelco total  a la implementación  de la Constitución Bolivariana partiendo desde el “Soberano Indígena” y  razones. (1)
(1)        De Sousa Santos, Boaventura

 
El Hermano Korta, el hermano Ajishama
  Para los Makiritares, José María Korta Lasarte es el Hermano Ajishäma: la garza que muestra el camino hacia la salvación, hacia la tierra prometida. Los Makiritares lo bautizaron así cuando el Hermano, hace ya muchos años, conoció por primera vez las tierras del Amazonas, por el Alto Ventuari. Hoy, con ochenta años, este jesuita nacido en Donosti, sigue siendo un luchador incansable, que ha servido durante toda su vida a la causa de la resistencia indígena, impulsando la revolución cultural de todos los pueblos de la Amerindia.
Entre las décadas de los años setenta y ochenta, el Hermano Korta permanece en el Alto Ventuari, acompañando los primeros proyectos de autonomía y autogestión económica anti-desarrollistas para los indígenas, con la creación de la Unión Makiritare del Alto Ventuari (UMAV) para el desarrollo de la cría de ganado y búfalos, y el SANEMAP, organización dedicada a la producción de miel de los Sanemas en el Alto Parú. El bienestar alcanzado por las comunidades indígenas, gracias al apoyo incondicional del Hermano Korta, y su manera de asumir la condición de misionero, incomodó tanto a latifundistas, autoridades civiles y militares, como a la misma iglesia. El Hermano fue expulsado del Amazonas.
Pero el respeto que había transmitido Ajishäma por las comunidades indígenas, por su cultura y sabiduría ancestral, así como el compromiso que había adquirido con el proyecto emancipador de las comunidades, lo hizo regresar por petición de los indígenas a sus tierras, para crear materiales en el idioma materno de cada grupo. De aquí en adelante, aparecerán otros espacios, fundamentales para la lucha indígena, como el Centro de Educación y Promoción de la Autogestión Indígena (CEPAI), el Secretariado de Causa Amerindia Kiwxi, promovido por la Compañía de Jesús –posteriormente fundación autónoma–, la Escuela de voluntarios de Yarikajé, o Ecomunidad, el Ateneo Indígena de las Lenguas y la Universidad Indígena del Tauca, hasta llegar, después de muchas discusiones, a la creación en el año 2004, de la Universidad Indígena de Venezuela (UIV), única en el país, y de donde podrán surgir, en esta visión de resistencia de Ajishäma: “los verdaderos maestros, los verdaderos promotores, los verdaderos constructores de las comunidades de los pueblos indígenas de la República Bolivariana de Venezuela”. Para Ajishama, “lo más grande que Chávez puede hacer en favor de los indígenas es hacer posible que sus universidades funcionen de manera autónoma y real, dirigidas por los propios indígenas concientizados”.
Sobre el Hermano Korta hemos leído que “no es un cura común”, que es una persona que practica la frontalidad siempre, aceptando el conflicto, que “no tiene pelos en la lengua para decirle a nadie sus verdades”. Sus creencias parten de que todos tenemos un Padre común. Sin embargo, lo fundamental para él es que la identidad de cada pueblo se construya desde la propia fe. Un misionero, dice, jamás debe aplastar la idiosincrasia del pueblo indígena. Por ello, “no se habla de Dios sino de Dioses”, y se habla siempre en un plano horizontal, donde se respetan todas las creencias y donde no hay un cura o un predicador tratando de imponer su verdad. Ajishäma nos enseña así una lección básica de la historia: “el respeto al derecho ajeno”.
Toda esta conciencia y manera de ser que acaba con la costumbre de tener a los indígenas pidiendo ayuda, limosnas, sin derechos ni autoestima, le genera al Hermano Korta serios inconvenientes con todos los sectores oficiales, que lo presionan para que salga del país.
Pero el Hermano Korta no se cansa, ahora más que nunca sigue en la lucha, dando testimonio de una conciencia totalmente lúcida, señalando que, según como siguen estando las cosas en el país, a pesar de una Constitución Bolivariana promulgada en 1999 y la propia LOPCI (2005), si los indígenas “se reapropian de sus derechos, serían masacrados ahorita porque son muy débiles frente al mundo criollo, los ganaderos y el poder económico”. Sabemos, que esto que señala Korta es justo lo que está pasando en este mismo momento con la resistencia yukpa, y el caso del cacique Sabino Romero Izarra, que por luchar por la recuperación de su territorio y su cultura, está siendo penalizado y criminalizado, además, como parte de toda una política aplicada de asuntos indígenas gobiernera, dice Korta: “hay que diferenciar un apoyo económico de una claudicación al Gobierno, que es lo que les está pasando a los pueblos indígenas, les dan grandes cargos políticos y se ponen desde el partido a liderizar políticas del Estado para lograr la integración de los pueblos indígenas en el modelo occidental”.
Según expresan compañeros sobre el Hermano: “se mantiene abrazado a la esperanza de promover la incorporación del indígena venezolano al proceso de desarrollo del país respetando los valores de su cultura, a través del reconocimiento oficial de la Universidad Indígena de Venezuela por el Estado, como el centro de estudios superiores para las etnias nativas”. Ajishäma ha expresado que dará su vida para ver a estos pueblos levantados y que la Universidad fundada “es el corazón de un pueblo”, por lo que no ha descansado desde que se integró a ella.
Como emblema de la UIV, aparece la figura de Kiwxi, el nombre indígena del Hermano Vicente Cañas, un misionero jesuita asesinado en Brasil por defender el territorio de los nativos. Él es además el patrono de la Causa Amerindia, fundada en 1993 por el Hermano Korta, para reconstruir la identidad de los pueblos indígenas desde su propia fe, y así rescatar los valores ancestrales que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad.
Desde el día de hoy, lunes 18 de octubre de 2010, el Hermano Korta decidió llegar hasta las últimas consecuencias y librar una Huelga de Hambre en vista de que en nuestro país, a pesar de la legislación promulgada en materia de derechos para los indígenas, siguen produciéndose las peores injusticias con relación a los pueblos y ciudadanos indígenas, y lo que aún es más lamentable, siguen aplicándose esquemas de dominación coloniales e imperialistas.
Exigimos junto con el Hermano Korta que en el país se de ¡ya! un verdadero cambio social, un cambio que dignifique a todos los pueblos indígenas del continente y a todos los pueblos del mundo, donde se respete la diversidad de las identidades y las culturas, se garanticen y protejan los derechos, se manifieste la justicia.
Estamos hartos de que los grupos de intereses económicos y las transnacionales y el poder rijan y decidan destinos que no les pertenecen en nuestra patria y en nuestrto continente.
Exigimos que se garanticen nuestros derechos indígenas.
Exigimos respeto y dignificación para todos los hermanos indígenas.
Estamos en lucha inclaudicable !!!

Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/141256/huelga-hambre-derechos-yukpa-pueblos-indigenas-venezuela

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